Vitamina C Acido Ascorbico
La deficiencia de vitamina C causa escorbuto, esta enfermedad es conocida desde la época de las Cruzadas, sobretodo en sociedades que subsistían con dietas que carecían de frutas y vegetales frescos durante largos periodos de tiempo, como en la Europa septentrional, primeramente se logró una menor incidencia del escorbuto con la introducción de la patata.
En los barcos los capitanes curaban el escorbuto administrando zumo de limón a la tripulación.
El hombre no sintetiza vitamina C, requiere de vitamina C en la dieta para evitar el escorbuto además al ser una vitamina
hidrosoluble apenas se acumula en el organismo por lo que es necesario el aporte diario; el ácido ascórbico se oxida fácilmente al contacto con el aire, en medios alcalinos y si el cobre está presente como catalizador.
A nivel tisular una de las funciones principales del ácido ascórbico está relacionada con la síntesis de colágeno,
proteoglucanos y otros constituyentes orgánicos de la matriz intracelular en tejidos tan distintos como el diente, el hueso, los ligamentos, la piel y el endotelio capilar. Participa en la formación de dientes y huesos, juega un papel importante en la curación de heridas y quemaduras ya que favorece la formación de tejido conectivo en las cicatrices.
Desempeña un papel importante en el mantenimiento de unos capilares sanguíneos sanos.
Disminuye la incidencia de los coágulos sanguíneos en las venas. Facilita el control de los niveles de colesterol en la sangre. Ayuda en el metabolismo de los aminoácidos fenilalanina y tirosina. Participa en la conversión de los aminoácidos en sustancias necesarias para el funcionamiento de los nervios. |
Tiene un importante papel en el metabolismo del calcio.
Desintoxica el organismo de sustancias nocivas como el plomo, cadmio, cobre, arsénico, DDT, mercurio y otros muchos venenos ambientales.
Protege a la tiamina, la riboflavina, el ácido fólico, el ácido pantotenico y las vitaminas A y E contra la oxidación.
Combate las infecciones bacterianas y virales, reduciendo además los efectos sobre el organismo de algunas sustancias productoras de alergia; actúa como antihistamínico en la prevención de reacciones alérgicas.
Orece protección contra ciertos agentes cancerígenos (nitrosaminas).
Promueve el mantenimiento de unos órganos sexuales sanos.
Fortalece el sistema inmunológico y promueve la longevidad.
Desintoxica el organismo de sustancias nocivas como el plomo, cadmio, cobre, arsénico, DDT, mercurio y otros muchos venenos ambientales.
Protege a la tiamina, la riboflavina, el ácido fólico, el ácido pantotenico y las vitaminas A y E contra la oxidación.
Combate las infecciones bacterianas y virales, reduciendo además los efectos sobre el organismo de algunas sustancias productoras de alergia; actúa como antihistamínico en la prevención de reacciones alérgicas.
Orece protección contra ciertos agentes cancerígenos (nitrosaminas).
Promueve el mantenimiento de unos órganos sexuales sanos.
Fortalece el sistema inmunológico y promueve la longevidad.
Una deficiencia grave de vitamina C puede producir escorbuto, se han detectado casos de escorbuto entre los ancianos que viven solos, alcohólicos, drogadictos y otros con dietas inadecuadas incluyendo lactantes. Los síntomas más frecuentes de escorbuto son: debilidad, lasitud, irritabilidad, dilatación muscular, pérdida de peso, dolores en las articulaciones, encías sangrantes, gingivitis y debilitamiento de los dientes, hemorragias instantáneas (sangrado debajo de la piel), hemorragias en diversas partes del cuerpo, como los músculos de los muslos, los ojos, el cerebro (con sangrado de la nariz), el tracto digestivo y el tracto urinario.
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La vitamina C es uno de nuestros nutrientes antioxidantes principales, ya que por si solo elimina los radicales libres y los agentes microbianos y prolonga la vida de otros antioxidantes, incluyendo la vitamina E y el glutatión. Las megadosis de la vitamina C pueden evitar o curar infecciones respiratorias virales, ya que aumenta nuestras defensas naturales y reduce la severidad de los síntomas de resfriado. También se combaten mejor infecciones respiratorias desagradables como la bronquitis y la neumonía. Casi todas las células del sistema inmunológico reciben algún apoyo pero las más beneficiadas son el interferón, los anticuerpos y los glóbulos blancos, los cuales pierden vitamina C durante una enfermedad. |
En casos de una deficiencia leve, se produce hinchazón y dolor en las articulaciones; lenta curación de heridas y fracturas; tendencia a padecer de ataques de corazón; hemorragias nasales; anemia; disminución de la resistencia a las enfermedades; alergias; mayor riesgo de carcinogénesis.
Existen tres formas químicas de vitamina C en suplementos, el ácido ascórbico, forma acida de vitamina C tiene un 99% de actividad como vitamina, debiendo ser ingerida con las comidas o en los periodos entre ellas, siempre con agua o zumo de frutas; ascorbato de sodio, una de las formas alcalinas de la vitamina C tiene un pH de 7,2 y un 88,9% de actividad como tal vitamina, debiendo siempre ser ingerida siempre media hora o tres cuartos de hora después de las comidas, no con menos de medio vaso ni más de un vaso de agua o fruta; ascorbato de calcio, es la forma más alcalina de la vitamina C, con un pH de 7,4 y un 82,6% de actividad, debiendo ser siempre ingerida de media hora a tres cuartos de hora después de las comidas, con no menos de medio vaso ni con más de un vaso de agua o zumo de fruta. |
Es imprescindible para combatir los trastornos de origen infeccioso como el síndrome de fatiga crónica, la hepatitis recurrente, los diversos virus de herpes e incluso el SIDA.
La vitamina C puede enlentecer la progresión de la osteoartritis manteniendo la pérdida del cartílago al mínimo, también disminuye el dolor de la rodilla en artritis. En dosis altas podría ser una alternativa al uso de AINES en el tratamiento de la osteoporosis.
Actúa de manera eficaz con las alergias, actúa como antihistamínico, aunque no habrá mejoras inmediatamente ya que tiene que haber un nivel adecuado para empezar a ver resultados, el riesgo de inflamación pulmonar comienza cuando baja el consumo de vitamina C, una dosis de uno o dos gramos al día puede mejorar la función pulmonar y reducir la probabilidad de un ataque asmático, también puede proteger las vías aéreas bronquiales y los pulmones de temperaturas frías, de la fiebre del heno y de la contaminación ambiental.
La vitamina C puede enlentecer la progresión de la osteoartritis manteniendo la pérdida del cartílago al mínimo, también disminuye el dolor de la rodilla en artritis. En dosis altas podría ser una alternativa al uso de AINES en el tratamiento de la osteoporosis.
Actúa de manera eficaz con las alergias, actúa como antihistamínico, aunque no habrá mejoras inmediatamente ya que tiene que haber un nivel adecuado para empezar a ver resultados, el riesgo de inflamación pulmonar comienza cuando baja el consumo de vitamina C, una dosis de uno o dos gramos al día puede mejorar la función pulmonar y reducir la probabilidad de un ataque asmático, también puede proteger las vías aéreas bronquiales y los pulmones de temperaturas frías, de la fiebre del heno y de la contaminación ambiental.
Está en la primera línea de nuestro sistema de defensa antioxidante contra el cáncer y se le considera de forma generalizada como el nutriente anticancerígeno conocido más potente. Bloquea la creación de nitrosamina que es cancerígena, se forma a partir de los nitratos que provienen de las carnes ahumadas y curadas, el tabaco e incluso de las secreciones gástricas naturales. Una mujer que toma vitamina C en cantidades óptimas a lo largo de su vida puede evitar padecer cáncer de pecho, cervical y los cambios celulares precancerosos conocidos como displasia cervical, del mismo modo una baja ingesta de vitamina C aumenta la posibilidad de estos problemas y también de cáncer de páncreas.
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Su efecto es bueno como preventivo del cáncer y una vez que este se ha desarrollado, una gran ingesta puede mejorar el estado de los enfermos de cáncer, se puede alargar la esperanza de vida y mejorar su calidad de vida (por su acción antioxidante e inmunitaria), se sospecha que puede controlar el crecimiento de los tumores envolviéndolos y fortaleciendo el tejido colágeno los suficiente para limitar la propagación, aunque no es una cura ayuda al cuerpo a controlar la enfermedad y a disminuir las consecuencias de las terapias convencionales contra el cáncer, la cirugía, la radiación y la quimioterapia disminuyen en gran medida el contenido de ascorbato en el cuerpo. Puede aumentar la eficacia de la quimioterapia y prevenir la casi inevitable pérdida del cabello asociada a este tratamiento.
También aumenta el potencial de las terapias naturales no toxicas contra el cáncer.
También aumenta el potencial de las terapias naturales no toxicas contra el cáncer.
Una concentración baja de vitamina C en los tejidos es un importante factor de riesgo de enfermedades cardiacas, al evitar que las grasas en sangre se conviertan en placa aterosclerótica es una de las mejores herramientas contra esta enfermedad.
En los casos de diabetes tipo II resulta casi tan importante la vitamina C como el control del azúcar para evitar arteriosclerosis, además ayuda a evitar la acumulación de colesterol protege al cuerpo del daño que implica una alta concentración de azúcar en sangre, también ayuda a controlar el nivel de azúcar en sangre. En caso de hipertensión la vitamina C ayuda a disminuir la presión sanguínea de manera efectiva. |
El ejercicio físico aumenta la producción del organismo de radicales libres perjudiciales que pueden llegar a sobrepasar el sistema de defensa antioxidante del cuerpo, además la costumbre popular de cargarse el cuerpo con hidratos de carbono añade combustible pero también genera radicales libres adicionales, la vitamina C como antioxidante puede neutralizar los radicales libres e incluso puede ayudar a los músculos a producir más energía.
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Afrontar con éxito la cuota emocional y física del estrés puede depender más de la vitamina C que de cualquier otro nutriente individual. Las glándulas suprarrenales, las cuales secretan las hormonas que necesitamos para funcionar durante situaciones estresantes, contienen más ascorbato que cualquier otra parte del cuerpo. La vitamina C ayuda a la elaboración de las hormonas suprarrenales para el estrés y protege al cuerpo de las toxinas creadas cuando las hormonas son metabolizadas. La esquizofrenia y otros trastornos mentales pueden surgir, en parte, de esos productos secundarios tóxicos del estrés.
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La vitamina C favorece la pérdida de peso de una forma indirecta liberando al cuerpo de los compuestos tóxicos que son liberados siempre que se metaboliza grasa, también ayuda al hígado a soportar la mayor tensión de radicales libres que impone la pérdida de peso.
Alivia el malestar de la gota, una alta dosis (8 gramos) reducirá de manera efectiva el ácido úrico, sin embargo hay que llegar a esta cantidad de forma paulatina empezando por un gramo diario.
Alivia el malestar de la gota, una alta dosis (8 gramos) reducirá de manera efectiva el ácido úrico, sin embargo hay que llegar a esta cantidad de forma paulatina empezando por un gramo diario.
Al igual que los carotenoides, la vitamina C baña los ojos en protección antioxidante que puede prevenir las cataratas y evitar su desarrollo (tomándola junto a vitamina E y beta caroteno), también alivia la presión en el interior del ojo previniendo así el glaucoma. En casos de drogadicción, si se combina con una dieta alta en proteínas y suplementos de vitamina B, en alta concentración puede eliminar los síntomas de abstinencia en personas que se recuperan de adicción a la heroína, en dosis menores puede conseguir que los drogadictos dejen de desear la droga aun sin estar en tratamiento, puede ser más segura y efectiva que la metadona ya que esta solo cambia una droga por otra. Una dosis de dos gramos diarios demoran el proceso de formación de cálculos biliares, por lo que deberían tomarla las personas propensas a formar cálculos. |
Indicaciones: jaqueca; ulceras, halitosis; piorrea, desordenes dentales y de encías; infección; ambiopatia, cataratas, conjuntivitis, vista cansada, glaucoma, desordenes de visión y de foco; calvicie, problemas de pelo y cuero cabelludo; artritis, bursitis, gota; fractura, osteomalacia, osteoporosis, raquitismo; distrofia muscular, reumatismo; agotamiento adrenal, fibrosis cística, bocio, prostatitis; enfermedad celiaca, colitis, fibrosis cística, diarrea, parasito, estreñimiento, hemorroides; gastritis, gastroenteritis, ulcera de estómago (péptica); abscesos, acné, pie de atleta, ulcera de decúbito, forúnculo, contusiones, quemaduras, carbunco, eczema, impétigo, psoriasis, escorbuto, herpes zoster, angina de pecho, arterioesclerosis, hipertensión, cirrosis, hepatitis, ictericia; cálculos biliares; cistitis; litiasis renal, nefritis; alergias, bronquitis, resfriado común, garrotillo, enfisema, rinitis alérgica, gripe, neumonía, tuberculosis; anemia, angina de pecho, arterioesclerosis, hematomas, colesterol alto, diabetes, hipertensión, hemofilia, hipoglucemia, ictericia, leucemia, mononucleosis, anemia perniciosa, flebitis, derrame cerebral, venas varicosas; prostatitis; vértigo, epilepsia, fatiga, hipertensión, hipoxia, insomnio, meningitis, enfermedad mental, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, herpes zoster, derrame cerebral; alcoholismo, artritis, beriberi, cáncer, varicela, fiebre, infección, gripe, Kwshiorkor, sobrepeso y obesidad, embarazo, fiebre reumática, estrés, derrame cerebral.
Datos a tener en cuenta, la vitamina C es consumida inmediatamente después de ser ingerida por lo que es recomendable tomarse la dosis dividida en varias porciones a lo lago de el día o elegir un suplemento de eliminación lenta; aumentar y disminuir las dosis progresivamente, un comienzo o una interrupción brusca pueden agravar la enfermedad para la que se recomendó;
debe tomarse con alimentos ya que las enzimas digestivas contribuyen a una mejor concentración sanguínea de vitamina C; los diabéticos deben tener en cuenta que las pruebas para detectar la presencia de azúcar pueden ser inexactas si se están tomando dosis altas de vitamina C; tomar dosis altas es totalmente seguro; la vitamina C es muy sensible a la luz, a la temperatura, y al oxigeno del aire |
por eso las conservas, los alimentos secos y la leche esterilizada la han perdido y la alimentación exclusiva con tales productos da lugar a trastornos carenciales; la ingesta diaria debe igualar a la cantidad excretada o destruida por oxidación; el consumo de tabaco, abuso de aspirinas, anticonceptivos orales aumentan las necesidades de vitamina C ya que las queman más rápidamente.
Los síntomas de toxicidad por regla general no se produce ya que el exceso se elimina, no obstante en un consumo exagerado puede producir ligera sensación de ardor durante la micción, diarrea, flatulencia, salpullido en la piel, riesgo de formación de cálculos renales o escorbuto de rebote en los hijos de mujeres que toman dosis muy elevadas o sujetos que toman grandes cantidades y dejan de tomarla de forma repentina.
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La vitamina C abunda en vegetales frescos,
sus fuentes principales son el zumo de limón, naranja y tomate, también es abundante en la leche, pero esta la pierde al ser esterilizada, igual que los zumos la pierden a los 15 o 20 minutos de haberlos preparados y las verduras cuando se las cocina. Los vegetales verde oscuro, pimientos rojos, la col, el brécol, los cítricos, las fresas, el melón, los kiwis, la paprika, la mostaza y el rábano, son buenas fuentes de vitamina C |